Y nos hemos devorado en cada lecho, en cada esquina y en cualquier lugar del mundo hemos hecho maravillas. Y en tu cuerpo y en el mío hasta quedan cicatrices.
Y ahora dile al que me siga que para ti yo no existí... Y ahora dile al que me siga lo que me decías a mi: que hasta que no lo has conocido no sabias que el paraíso se pudiera hallar aquí.
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